Una mirada adolescente sobre la igualdad de genero
Sebastián Burecovics y Nia Lozano Sánchez
November 8, 2021
Sebastián y Nia comparten su experiencia como facilitadores del taller sobre igualdad de género para jóvenes entre los 11-17 años, con el apoyo del Grupo de Neurociencias de Antioquia (GNA).
¿De qué estamos hablando?
Partimos desde un título que traza un cierto camino, una cierta expectativa, pero… ¿Estamos segures de qué hablamos cuando nos referimos a una mirada adolescente? ¿O cuando mencionamos las palabras igualdad de género?
Hablar de la adolescencia desde una mirada adulta puede ser engañoso. Por un lado, porque podemos referirnos a nuestra propia etapa adolescente y quedar desarticulades con respecto al contexto que hoy elles transitan. Y desde la misma definición de elles se abre un universo insospechado apenas unos años atrás. Por otro lado, porque cuando llegamos a una determinada edad perdemos el registro de esa época, de esa instancia en nuestras vidas. Entonces, rotulamos a la adolescencia como problemática, desganada, llena de enojos, de frustraciones, abúlica y encerrada en su propio mundo, su propia mirada. Olvidamos que en esta etapa vital los cambios son moneda corriente, que sus protagonistas están explorando y construyendo su identidad, la misma que reformulan constantemente respecto a las normas sociales, la aceptación de otres y para permitirse vivir de una forma más libre y original. Encontrarnos reflejades en esta adolescencia nos hizo comprender que este era un recorrido que debían emprender por sí mismes, sólo que esta vez con un acompañamiento que les aconsejara sobre las realidades que podría entrañar el camino. Con esperanza comprendimos que acompañarles también era acompañar la transformación del mundo.
Y luego, al hablar de igualdad de género, fuimos develando las diferencias que la humanidad ha establecido en cuanto a las características de sexo, sexualidad e identidad de género. Con cada intento por deconstruir viejas estructuras, nos topamos con nuevas injusticias al profundizar la mirada en zonas del planeta que no acostumbramos ver.
De aquí la importancia de realizar este taller para la regeneración sin la intención de “enseñar lo correcto”, sino de formular conocimiento en conjunto sobre nuevas maneras de vivir el género en paz, consigo y con el mundo. Un entramado de saberes que permitan a quienes lo transitamos continuar un camino de agentes del cambio, y conformar una red de voluntades dispuesta a cuidarnos de forma regenerativa.
La naturaleza como guía
En las cartillas que trabajamos siempre nos acompañan personajes ligados a la naturaleza que colaboran desde una mirada más didáctica y ágil, al mismo tiempo que desarman cierta idea de “normalidad” que la humanidad asume y sirven para prestar atención a cómo las acciones que realizamos repercuten más allá de lo cotidiano. En este caso, nadaron cerca de nuestro pez payaso y un caballito de mar, quienes nos compartieron datos sorprendentes. Por ejemplo, que los caballitos de mar son los que llevan adelante el embarazo. O que los peces payaso machos pueden manipular sus niveles hormonales para convertirse en hembras. Estos personajes nos permitieron hablar sobre los roles de género y la diversidad sexual, la naturaleza es una guía indispensable si buscamos desarrollar un mundo regenerativo.
La Misión de los sábados
Durante cinco sábados, compartimos un espacio virtual de alrededor de dos horas, con adolescentes entre los 11 y 17 años. El grupo de jóvenes fue seleccionado por el Grupo de Neurociencias de Antioquia (GNA), grupo de investigación en Neurociencias de la Universidad de Antioquia (Colombia), el cual cuenta con un Plan Social en el que desarrollan actividades con les participantes de los grupos de investigación, las familias y les cuidadores. Les adolescentes son parte de estas familias.
El humor, la posibilidad de la charla constante, el privilegiar un espacio que no estuviera estructurado, que fuera flexible ante las necesidades del grupo y la reiteración de que no existía lo “correcto” o “incorrecto” en sus respuestas. Todo ello generó un vínculo que fue creciendo en cada encuentro.
Desenrollando el tema
Durante el mes en el que nos fuimos juntando, trabajamos la cartilla del Objetivo Global 5 sobre la Igualdad de Género: “¡Qué diversa es la identidad!”. Estudiamos distintos temas como la importancia de eliminar los matrimonios forzados, la mutilación genital y todas las formas de violencia de género; así como reconocer el valor del consentimiento, de la libertad de decidir, y del acceso a los derechos y la salud reproductiva.
Entre risas, creaciones artísticas, diálogos, construcciones colectivas, juegos, investigación y pensamiento crítico, cada estudiante realizó actividades lúdicas y transdisciplinarias que facilitaron la expresión individual y grupal. La virtualidad fue superada por la cercanía del contexto que creamos entre todes; adolescentes, el equipo de regenÜrate y del GNA. Desde allí, partieron propuestas y respuestas sobre una serie de preguntas que sirvieron para descubrir una generación que tiene muy en claro las adversidades relacionadas al género y al respeto de las individualidades como bandera.
Desenrollando el tema
Cada sábado se trabajó con una Misión que abordaba un tema a través de distintas actividades, siempre bajo la premisa de participar genuinamente, donde sus intervenciones permitieran comprender la visión de cada participante, compartir experiencias y tejer conocimientos. Para dar cuenta de ello, les compartimos algunas preguntas y las respuestas de les jóvenes en los Saberes de las Misiones.
Los ladrillos de la regeneración
Un ladrillo puede ser parte de un muro, una fortaleza, o una casa que albergue a muchos seres posibles. La educación aporta nuevas herramientas para hacer otras construcciones posibles. Para ello, desarmamos los estereotipos detrás de canciones, publicidades, opiniones disfrazadas de datos, rumores o creencias, cuentos como creer que la heterosexualidad es única la orientación sexual natural, que el lugar de la mujer es el hogar o que los hombres no lloran, también abordamos distintas violencias de género que se transmiten en la cultura y la tradición. Cada ladrillo que quitamos a estos formatos enquistados, los usamos para edificar una sociedad sin fronteras.
¡Agradecemos a les jóvenes que participaron y al equipo GNA por hacer posibles estos espacios, que permiten imaginar y crear colectivamente un mundo regenerativo y libre de violencias de género!